Las organizaciones actuales requieren líderes responsables y conscientes del poder de su ejemplo, capaces de aprender y desaprender para adaptarse rápidamente a los cambios y exigencias del entorno, que sepan aprovechar sus fortalezas pero con la humildad para reconocer sus aspectos de mejoramiento y trabajar en ellos, que evidencien una comunicación empática que les lleve a inspirar en sus equipos un mayor compromiso frente al logro de los objetivos, la optimización de los procesos a su cargo y la generación de un buen clima laboral. El primer reto dentro del proceso de selección de líderes se refiere a que es conveniente que las personas responsables y con ascendencia dentro de la empresa (Socios, Junta directiva, Gerente general) definan el tipo de líder que quieren que represente la compañía, entendiendo que este proceso debe abordarse desde el principio como un proceso bilateral que debe responder a las expectativas de ambos, empresa y candidatos, siendo claro, transparente y objetivo, para que realmente sea efectivo.
Las estrategias eficaces de selección de líderes implican un conocimiento profundo de los objetivos, cultura y valores de la empresa, siendo clave contar además con una descripción sistémica del cargo que ocupará el líder que ingrese, la cual debe ir más allá del perfil formal (estudios, conocimientos, experiencia, manejo de herramientas) e involucrar los procesos que impactará, las principales responsabilidades conectadas con la misión y visión de la compañía, las competencias para el efectivo desempeño del puesto, su nivel de relacionamiento interno y externo y los indicadores por los cuales responderá, entre otros.
Teniendo clara la información anterior, que resume las exigencias y alcance deseado del cargo, es aconsejable revisar la oferta laboral que realizará la empresa a la luz del contexto sectorial y del mercado – forma de trabajo, horario, salario, beneficios y demás condiciones de contratación – buscando que sea atractiva para captar la atención de los candidatos de interés. De esta manera, con la carta de navegación clara y completa se puede iniciar formalmente la búsqueda de candidatos en las principales fuentes de reclutamiento.
No menos importante que los anteriores aspectos, se convierte en un reto contar con un proceso de evaluación integral que permita la medición objetiva de todos los aspectos relevantes para el desempeño del cargo evidenciando las fortalezas y aspectos de mejoramiento de los candidatos finalistas y con un informe de selección claro y oportuno que apoye la toma de decisiones del nivel superior, permitiendo la selección efectiva del líder y un rápido proceso de ajuste a la compañía.